Laura
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Danza Afro en Bogotá
FOTO ENSAYO
Por Natalia Zapata
21/02/2014




“El tinto me gusta negro. Pa’ qué echarle azúcar, las cosas que se tomen como vengan. Como yo”.

Un Do, un Camino, una Historia
“Comencé muy joven. Una amiga me dijo que estaba haciendo mucha plata con el negocio. Ella era stripper y escort a veces. Yo había tenido a mi hijo hace poquito y no tenía trabajo. Primero fui stripper y después ya fui escort. Me pagaban muy bien para lo que yo estaba acostumbrada”.
“Mi nombre escénico es Sharol. Algunas veces pago por anuncios en el internet pero no siempre llaman porque son muchos y además ponerlos es muy caro. Entonces prefiero ir a la fija y buscar trabajo a la calle. Voy con otras escorts que conozco a la 15, siempre en el mismo puesto. Ya todo el mundo sabe qué grupos están dónde y nadie se mete con
nadie”.
“Vivo con mi tía. La esposa del hermano de mi papá. Estoy con ella desde que nació Alex y ella lo cuida cuando yo no estoy. Otras escorts que tienen hijos tienen que dejarlos con señoras del barrio que no conocen muy bien. Si llegan drogadas no les entregan a los hijos. Mi tía lo cuida muy bien y yo le ayudo siempre con el mercado y le compro cosas”.
“No es que me guste, pero ya superé hace mucho tiempo como esa culpabilidad. No me siento culpable por lo que hago”.
“Yo escojo con quien me voy y con quien no, porque trabajamos independientes. Si no me gusta, no lo hago. Punto. Y eso si, que se cuiden. Al que no le gusta que busque a otra. Y yo casi siempre les gusto (risas). Si la cosa se pone pesada siempre tengo a quién llamar. Nunca me ha pasado nada grave”
“Me considero una mujer segura de mi misma. Nadie se mete conmigo porque sabe que no me da miedo defenderme o defender mis cosas. Cabeza en alto siempre mi amor, cabeza en alto”.

“En una noche puedo tener 2 o 3 clientes y me entran 200mil pesos mínimo. Si piden servicios especiales es más. Y Siempre piden servicios especiales.” “Hay algunos que piden noches enteras y con eso me puedo hacer 400mil pesos o más con un solo cliente”
“Cuando pequeñita a veces tomaba panela para el frio, hoy para el mismo frio me toca tomarme mi Whiskey con mis amigas porque si uno no muestra no levanta”
“Yo digo que es un trabajo como cualquiera. Uno ofrece algo a cambio de plata. Unos tienen talento para escribir o pintar o robar en el congreso y esas cosas, yo hago esto. De mis amigas soy a la que mejor le va".
“Nunca me imaginé mi vida así... o no sé si fue que como que nunca me imaginé en un futuro. Yo no sufro con lo que hago, le doy de comida a mi hijo, solo que es difícil cambiar cómo te ve la gente”.
“Es mi vida. Mi vida entera literal. Vivo por él. Nació grande y lindo. En el hospital de Kennedy porque en ese entonces yo vivía por allá. Todo sin complicaciones gracias a
Dios”.
“Algunas de las niñas con las que trabajo son muy amigas mías y nos vemos siempre por fuera de “eso”; algunas hemos tenido los mismos clientes y hasta hemos trabajado
juntas”.
“Cuando pienso en qué otra cosa hubiera podido hacer, pienso que me hubiera gustado hacer mi línea de ropa. O Ser profesora. La gente se ríe, pero es verdad. Por ahora esta es mi vida. Esto fue lo que escogí... quién sabe qué siga después...”
“Alex, salude a la niña, dele la mano.”
Escogiendo Fruta Fresca
Estimad@s lectores y lectoras para leer esta fascinante historia ustedes cuenta con dos opciones:
1. Descubrir las galería completa en:
http://www.flickr.com/photos/118413472@N02/sets/72157641375868415/
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!Ustedes deciden!


Laura tiene 24 años, 5 de los cuales ha sido “escort”, como ella exige ser llamada. Es de Bogotá y tiene un hijo de 6 años que se llama Alex; es precavida pero segura, ingenua pero jocosa y muy bonita.

Prisioneros en la Oscuridad